Una de las dudas más recurrentes de los propietarios que deciden adoptar un gato de gran tamaño es: ¿Cómo saber cuándo el gato creció por completo? Pues bien, estos felinos alcanzan su tamaño máximo entre los 9 y los 12 meses.
Debes tener en cuenta que los gatos grandes no necesariamente tendrán extremidades más grandes y poderosas, y los ejemplares que exponen un pelaje denso pueden parecer más enormes de lo que en realidad son. En el caso de los gatos híbridos, es decir, creados mediante el cruce de gatos domésticos con gatos salvajes, te mostraremos dos tipos de ellos. A continuación, te mostraremos un resumen de cada raza, incluidas sus características físicas, su temperamento y la historia detrás de estos felinos.
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Top 10+ Razas de gatos grandes
Maine Coon
El Maine Coon es un gato originario de EE.UU., y es conocida por ser la raza de felinos domésticos más grande del mundo. Como su nombre sugiere, este gato es nativo del estado de Maine, y es una de las especies naturales más antiguas de Norteamérica. La creencia popular afirma que la reina Maria Antonieta de Francia llevó a EE.UU. seis gatos angora turcos. Aunque la reina no puedo llegar a suelo estadounidense, los gatos si lo hicieron. Además, se cree que el término “coon” se atribuye a Tom Coon, un aprendiz de marinero que coleccionaba felinos dentro del barco donde viajaba.
El Maine Coon pesa de 3,6 a 8,2 kilogramos, mientras que los adultos pueden medir hasta 120 cm y tener una altura de entre 25 y 41 cm. Su cuerpo es musculoso y rectangular, con el pecho y el cuello amplios. Las orejas son largas y puntiagudas, mientras que la cabeza es de tamaño mediano y de forma cuadrada. Los pómulos sobresalen y la barbilla se alinea con el labio superior y la nariz. El pelaje es corto y resistente al agua. Puede ser de cualquier color, a excepción de los patrones chocolate, colorpoint y siameses.
Como la mayoría de los felinos domésticos, los Maine Coon son perezosos. Sin embargo, exponen bastante agilidad y suelen ser buenos cazadores de roedores. Esta raza no disfruta de estar demasiado tiempo en el encierro de un apartamento o casa, por lo que siempre buscará estar en exteriores y en compañía de otros gatos. Son muy comunicativos, especialmente con otros animales y con las presas que cazan. En definitiva, son gatos dóciles y no son conocidos por sacar las garras.
Bosque de Noruega
Como su nombre lo indica, esta raza es nativa de Noruega. No obstante, se desconoce su origen específico, y se cree que el gato es producto del cruce de diversos gatos antiguos de pelo corto provenientes del sur de Europa que llegaron a los países escandinavos, además de otros gatos de pelaje largo originarios del Medio Oriente. De hecho, no existe consenso al respecto. Lo cierto es que, en la mitología nórdica se mencionan a estos gatos.
El Bosque de Noruega posee un peso de entre 3 y 6 kilogramos, aunque existen ejemplares que alcanzan los 9 kilogramos. Su cuerpo es musculoso, largo y robusto, con una estructura ósea sólida. Las orejas son grandes y anchas en la base, mientras que los ojos son almendrados, expresivos y levemente oblicuos. El pelaje de estos felinos es semi-largo, lanoso y cubierto por una capa externa más brillante e impermeable. Se admiten todos los colores a excepción del lila, chocolate, patrones pointed, canela y fawn.
Los ejemplares de esta raza son excelentes mascotas, sobre todo por la facilidad que tienen para el afecto y por su tranquilidad. A diferencia de otras razas, el Bosque de Noruega es sociable con los miembros del hogar y con otras mascotas. Estos felinos disfrutan de la compañía de otros gatos, y son altamente comunicativos, aunque los maullidos ruidosos no suelen ser lo suyo.
Siberiano
Como lo indica su nombre, este gato es originario de la región de Siberia, Rusia. Se cree que la raza se creó a partir del cruce entre el gato montés eurasiático y el gato europeo. No obstante, la cría formal del Siberiano no comenzó hasta la década de 1980 y, desde entonces, se ha convertido en una de las razas de gatos grandes más populares en países como EE.UU. Existen dos versiones de la raza según su pelaje: la de pelo largo y el Siberiano de pelo corto.
El Siberiano es un gato de complexión robusta, pero con la agilidad de un cazador nato. El peso promedio de la raza varía de 4 a 9 kilogramos. Hasta los tres meses de nacido, este gato posee el pelo corto, pero luego el pelaje crece y aparecen las marcas atigradas que pueden variar entre diversos tonos de marrón hasta el gris. El pecho y el mentón pueden tener líneas más oscuras y regiones blancas donde el pelaje es más largo.
Este gato es juguetón y amigable, y es uno de los pocos que no le tiene aversión al agua. Su inteligencia también es un atributo destacable, ya que puede ingeniárselas para conseguir lo que desea de maneras muy creativas, que van desde el ronroneo cariñoso hasta las caricias a su dueño. Una particularidad de los machos de esta raza se da cuando llega el momento del apareamiento, cuando permanece con una sola hembra y la acompaña fielmente en el cuidado de las crías.
Savannah
El Savannah es una raza de gato de origen estadounidense que se creó a partir del cruce entre un gato serval y un gato doméstico. El serval es un gato africano salvaje de orejas prominentes. Debido al cruce raro entre ambos ejemplares, la popularidad del Savannah creció a partir de la década de 1990. En 2001, la Asociación Internacional de Gatos (TICA) aceptó la raza y, en 2012, fue aceptada por la misma organización como raza de campeonato.
Los Savannah actuales pesan entre 3,2 y 6,8 kilogramos, pero los ejemplares de la primera generación alcanzaron los 9,1 kg. Debido a la genética variable, el tamaño puede cambiar entre los gatos de esta raza, incluso en los miembros de una misma camada. El pelaje admitido por la TICA es moteado, atigrado y con manchas de color marrón, marrón con dorado, plateado, negro y ahumado. Las orejas son altas, ahuecadas, redondeadas, anchas y erectas. Sus patas son largas, sus narices gordas y sus ojos levemente tapados.
Estos gatos son conocidos por la fidelidad que profesan a sus amos, siguiéndolos a cualquier de lugar de la casa sin inconvenientes. Además, en muchos casos, esta raza puede ser adiestrada para caminar con correa. Las familias que poseen un Savannah aseguran que se trata de un gato muy sociable y que no tiene problema en ser amigable con otras mascotas y visitantes asiduos del hogar. No obstante, es importante exponerlo a otras personas a medida que crecen para que se familiaricen con el contacto humano. Este felino tampoco siente temor por sumergirse al agua, y suele ser demasiado trepador cada vez que tiene la oportunidad.
Ragdoll (muñeca de trapo)
Es una raza felina originaria de California, EE.UU., que apareció por primera vez en la década de 1960. La madre del primer Ragdoll fue una gata angora turca llamada Josephine. Al parecer, esta gata habría sido arrollada por un coche, por lo que fue rescatada y cuidada por un grupo de estudiantes. Más adelante, cuando la camada nació, los cuidadores notaron que los gatos eran enormes. De esta forma, Ann Baker, una criadora de gatos persas negros, decidió hacerse cargo de la cría de los gatos de Josephine para buscar la raza perfecta. De hecho, se dice que Josephine fue expuesta a la monta con otras razas de gatos para producir el Ragdoll actual.
Estos felinos tardan cerca de tres años en alcanzar la madurez total. El macho de la raza pesa entre 5,4 y 9 kilogramos, mientras que su medida puede alcanzar los 90 cm de largo. Por su parte, el peso de la hembra puede variar entre 4,5 y 6,8 kg. El pelaje del Ragdoll es de mediano a largo, y puede ser bicolor, colorpoint y mitted. La versión colorpoint es identificable porque el color en las extremidades es distinto al blanco, mientras que los gatos mitted tienen la barbilla blanca y las paticas blancas. Los colores pueden ser el marrón, gris, chocolate y lila, y es predominante en el rostro y las patas. Otros colores admitidos son el rojizo y el crema.
El Ragdoll es un gato apegado con sus propietarios, tranquilo y siempre dispuesto a recibir mimos. Es muy extraño ver a un felino de esta raza con tendencias agresivas u otros problemas de comportamiento. Por ello, resulta ideal como mascota familiar, ya que puede compartir sin problemas con otros gatos, perros y personas de todas las edades. Este gato tiende a comportarse como un perro, especialmente porque atiende a los llamados de su propietario y se muestra dispuesto a jugar. De hecho, una característica distintiva de este animal es que puede relajarse completamente cuando alguien lo carga. Además, su voz es muy suave y maúlla poco.
Ragamuffin
Durante mucho tiempo, el Ragamuffin se consideró una versión del Ragdoll. Sin embargo, un desacuerdo entre los criadores, quienes quería continuar cruzando el Ragdoll con otros gatos para incluir nuevos colores y patrones. Este desacuerdo originó al Ragamuffin, un felino que luce casi igual que el Ragdoll, pero con algunas características distintivas.
Los felinos de esta raza suelen tardar de 4 a 5 años en alcanzar la madurez debido a su corpulencia y su peso, el cual siempre es mayor a los 5,4 kilogramos. El cuerpo es largo, de estructura ósea bien definida, cola larga y pelaje abundante. Su cabeza es mediana, pero el pelaje la hace lucir más grande de lo que es. Las orejas también son medianas y se ubican a los lados de la cabeza.
Las patas son largas y fuertes, mientras que los ojos deben ser azules y de forma ovalada. Algunos ejemplares presentan heterocromía. El pelaje es suave, sedoso y esponjoso, y puede ser de cualquier color. La cara, las orejas y las extremidades suelen ser más oscuras que el resto del cuerpo.
El Ragamuffin es un gato tranquilo y relajado, a excepción de cuando alguien intenta cargarlo. No es agresivo, pero se tensará completamente si alguien lo carga. Su temperamento es equilibrado y tolera a cualquier miembro de la familia. Es una mascota excelente para aquellos que cambian constantemente de rutina, como los solteros. Necesita ejercicio constante para mantenerse en buena forma, ya que tiende a sufrir de sobrepeso.
Británico de pelo corto
Este gato se originó en las calles y las granjas del Reino Unido. El creador de esta raza es Harrison Weir, conocido por ser el primer criador oficial de felinos domésticos y el primero en establecer las reglas para la primera exposición de gatos llevada a cabo en tierras británicas en 1871. A partir del cruce entre un gato callejero británico y otras razas de gatos, Weir logró crear al Británico de pelo corto y convertirlo en una raza de pedigrí.
El Británico es un gasto robusto, musculoso y de imponente estructura ósea. Su cuerpo es grueso y redondeado, mientras que su pecho es ancho y su mandíbula y hocico están bien desarrollados. Las patas son fuertes y gruesas. Su pelaje es denso y grueso, y suele ser más largo durante el invierno. La textura es dura, ya que su principal finalidad es proteger al felino.
Los ejemplares de esta raza son compañeros agradables y fáciles de tratar. El Británico es extremadamente fiel y muy apegado con los miembros de la familia. No necesita demasiada atención, y solo iniciará un juego cuando sienta la necesidad. Tampoco necesita agradar a sus dueños, por lo que representa una buena alternativa para las personas que viven solas. Aunque es cariñoso, le gusta pasar la mayoría del tiempo durmiendo, especialmente si es frente a la luz del sol.
Chausie
Este gato se originó a partir del cruce entre diversos gatos de la jungla (Felis chaus) y gatos domésticos (Felis silvestris catus). Varios criadores realizaron experimentos de cría entre ambas especies entre la década de 1960 y 1970 con el objetivo de ofrecer una alternativa confiable a los gatos no domésticos que serían utilizados como mascotas. En 1990, se conoció por primera vez el nombre Chausie para referirse a la raza y, en 1995, la raza fue aceptada oficialmente por la TICA.
El Chausie fue criado para ser un felino de tamaño mediano a grande con respecto a las razas de gatos tradicionales. Para que te hagas una idea, tienden a ser más pequeños que el Maine Coon pero más grandes que los siameses. Su peso varía de 6,3 a 11,3 kilogramos. Su cuerpo y sus patas son largas, mientras que su estructura ósea está bien definida. El pecho es profundo, las orejas anchas y altas, los pómulos prominentes y los ojos aplanados en la zona inferior. La distancia que separa a las orejas es de aproximadamente dos dedos humanos. Los colores admitidos para el pelaje son el negro sólido, atigrado negro y canoso negro.
Los criadores se encargaron de crear al Chausie a partir de ejemplares extrovertidos e inteligentes, por lo que estos gatos heredaron estas cualidades, además de su gran disposición para la actividad física y su capacidad para trepar y correr. No obstante, estos gatos no disfrutan de la soledad, por lo que prosperan en compañía de otros gatos y de sus dueños. Asimismo, tienen buena relación con los perros y son muy fieles. Establecen lazos estrechos con las personas dentro del hogar y pueden sufrir si cambian demasiado de domicilio.
Bobtail americano
Esta raza felina se desarrolló a finales de la década de 1960 y representa una de las razas de gatos grandes menos comunes. Se cree popularmente que estos gatos se originaron a partir de un cruce entre un lince salvaje y un gato atigrado doméstico. No obstante, el linaje original del Bobtail americano se creó mediante el cruce entre un macho atigrado marrón de cola corta, llamado Yodie, y una gata siamesa de color punta de foca. Luego, la apariencia de la línea de sangre original se modificó para ofrecer nuevos colores y tipos de pelaje.
El Bobtail americano es un gato de grande a mediano cuyo peso oscila entre 6 y 9 kilogramos. Este felino tarda de 2 a 3 años en alcanzar la madurez, y su desarrollo suele ser más lento que el de otras razas. Su cuerpo es largo, rechoncho y con una estructura ósea bien definida. Su cola es corta, sus patas traseras son más largas que las delanteras, y suelen tener mechones en los dedos. La cabeza tiene forma de cuña ancha y su tamaño es proporcional al cuerpo.
Este Bobtail es conocido por su gran inteligencia y personalidad alegre. Es un gato juguetón, al que le encanta explorar y conocer nuevos territorios. De hecho, debe prestársele mucha atención, ya que pueden escaparse para cazar roedores. Desde el primer momento, este gato requiere de un propietario que defina sus límites de juego, ya que disfruta exageradamente de los ambientes exteriores.
Este felino es afectivo, pero no depende de la compañía humana, por lo que resulta ideal para familias que no tengan niños pequeños o para propietarios primerizos. El Bobtail americano no tiene problemas con los perros, y suele desarrollar una amistad con ellos si las condiciones dentro del hogar lo permiten. Si deseas ir de vacaciones el fin de semana o simplemente ausentarte algunas horas, este gato no la pasará mal. Lo que sí debes tener en cuenta es que necesita una cantidad considerable de actividad física para mantenerse en buen estado.
Gato Van Turco
Esta raza de gato es originaria de la región del lago de Van, ubicada al sudeste de Turquía. Se cree que es una de las razas de gatos grandes más antiguas del mundo, con registros de felinos similares que existieron milenios atrás. La creencia religiosa considera que este gato llegó al lago de Van luego del conocido Diluvio Universal, mediante el arca de Noé.
La religión judía asegura que las marcas del pelaje de este gato se deben a que “Dios” los tocó, mientras que la religión islámica asegura que fue Alá quien tocó el lomo del felino. En todo caso, se trata de una raza que existía en la época de los Hititas (25 a.C. al 9 a.C.), ya que se encuentra en múltiples representaciones de dicha civilización.
Se trata de un gato de tamaño mediano a grande cuyo peso varía de 5 a 7 kilogramos. El cuerpo es robusto y ligeramente alargado. Algunos ejemplares han alcanzado los 100 cm de largo (desde la nariz a la punta de la cola). Las extremidades posteriores son más largas que las anteriores. La cabeza tiene forma triangular y está ligeramente inclinada hacia abajo. Los ojos son grandes, ovaladas y expresivos, con tonalidades que van desde el azul hasta el ámbar. El rasgo más característico del Van Turco es el pelaje, el cual es semilargo, denso y sedoso. El color base es el blanco, y las marcas típicas de la raza pueden ser rojizas, de color castaño, azul, tortuga o crema.
Los felinos de la raza Van Turco disfrutan del agua sin inconvenientes, bien sea dentro de una bañera en el hogar o en cualquier río o lago cercana. Es conocido por ser sociable, intrépido y juguetón, siempre que haya recibido socialización temprana. Es un gato que puede llevarse muy bien con los niños, ya que disfrutan de su compañía. Asimismo, los Van turcos suelen tener instinto de caza y acecho, por lo que será divertido para los niños arrojar objetos pequeños o cañas de pescar para jugar con estos felinos. Al igual que otras razas, el Van Turco es un fanático de trepar muros, por lo que deberás tomar las previsiones adecuadas dentro de tu apartamento o casa.